Ser instinto y libertad

miércoles, 18 de mayo de 2011

Amor de perros.

Lo ví pasar, tan altanero. Lo oí cantar, a su manera. Tenía esa luz, en la mirada. Sus piernas cortaban las lenguas del sol. Todo eso fue tan suficiente y sin pensar enfrente me crucé casi sin voz, mostré los dientes y del caribe el perfume llegó. 
Noches de amor, suburbio y luna. Sombras en sombras no se dejan ver. Lejos de la dueña de tus ojos, lejos yo no me explico porqué estás con ella. Porque hay un corazón que se parte, cuando te vas a ninguna parte, cuando vos sabes que tu lugar está aquí; aquí, junto a mí.
Hoy caminabas en cámara lenta cuando mordí esa rosa a tus pies, y me ignoraste en forma tan violenta y si me viste, fingiste no ver.
Porque hay un corazón que se parte, cuando te vas a ninguna parte, cuando vos sabes que tu lugar está aquí; aquí, junto a mí. 

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