Ser instinto y libertad

domingo, 29 de septiembre de 2019

cosas

Soy un maldito torbellino y en mi vida pasa todo tan rápido que las palabras me llegan con delay.
Cuando paro la pelota y me cae la ficha entiendo que mis procesos son tan abruptos que es normal que mi cabeza sea un zamba y que viva al límite 24/7.
Aún no hace un mes de una suerte de nueva etapa.
Nuevo trabajo, nuevas responsabilidades, nuevos vínculos.
Hace un mes me problematizaba si yo estaba cerrada a conocer a alguien o si tenía miedo de que me pasara lo mismo de nuevo. Tuve que aceptar que no funciono como el resto, y que es verdad que quiero mucho mi soledad y que las parejas nunca fueron prioridad en mi vida.
Lo primero que me sorprendió fue ver que de un día para el otro, después de asumir lo mucho que me dolió tu ausencia, habías pasado a ser parte de eso de lo que se puede hablar naturalmente sin que te duela. Y hablarte a vos hasta en la cara, hablar con vos sin comerme la cabeza pensando.
Qué lindo y que feo que eso sea así, pensé.
Después me empecé a dar cuenta de muchas cosas. Asumí muchas cosas pero ahora me gustaría poder explicarlas. No entiendo por qué nunca me puedo vincular con la gente como yo quiero, desde el lado que yo quiero. Cuando siento que estoy rodeada de personas del bien, cuando quiero empiezo a querer a alguien, me doy cuenta porque tengo que frenarme y no mostrarme como soy. CONFUSION POR TODOS LADOS.
No entiendo porque simplemente la gente no me puede querer como yo, genuinamente, sin intenciones. Cuánto más lo pienso encuentro menos razones. ¿Qué hago mal para generar ese tipo de reacciones? ¿por qué no puedo simplemente tener amigos?

En este candombe en la cabeza que no es para bailar, me quedó resonando una frase de hoy.
Los niñes me enseñaron a jugar al "shippeo" (ni idea si se escribe así) y después de acceder a jugar, vinieron las devoluciones. Mil novios en un segundo hasta que alguien dijo: "igual a mí el que más me sigue gustando es Martín, es re para vos".
Lastima que Martin ya no quiere ser para mí, respondí.

Y es verdad. Hoy estoy bien. En lo inmediato no te imagino. No nos imagino.
Pero no dejo de pensar - o tal vez desear - que la vida nos dé revancha. En algún punto sigo pensando que somos tal para cual. Nos sigo viendo juntos en 10 años, como siempre lo hice, porque nunca me costó el futuro, porque siempre me costó el presente.

domingo, 1 de septiembre de 2019

a veces pienso que morirme sería lo mejor que me (y le) puede pasar al mundo.
si tan solo pudiera decidir irme a dormir y nunca más despertarme, hoy sería un buen día para hacerlo.