Ser instinto y libertad

lunes, 3 de agosto de 2020

Debates de una pandemia que me tiene los ovarios inflamados

Por el sur nos permitimos debates para nada triviales, como por ejemplo si es posible hacer magia con las palabras. No sé si es que particularmente me llega el arte del decir, o si realmente es que el lenguaje es arte y todo su alrededor, entonces, es magia.
Yo creo que sí se puede hacer magia con las palabras. Si no todas las cosas hermosas que decimos y juramos podrían coincidir con los hechos. Si no fuera magia lo que hacemos con las palabras, si no fueran solo sueños y caricias al alma, las promesas serían eternas. Todas se cumplirían, y no habría cuentos ni novelas ni películas, porque las historias con finales felices que nos quieren vender serían la realidad, y entonces ya no tendríamos que mantenernos ilusionadxs con historias que sabemos que no son reales pero nos gusta comprar (ah, porque todo muy lindo pero el capitalismo siempre es el villano en mis cuentos, soy como cris morena con los "orfanatos")
En fin, soñar no cuesta nada, dicen. En esa  disiento. Y no por el arte de disentir. Para mí soñar cuesta un montón. Y no porque no me acuerdo de lo que sueño la noche anterior. Hablo de soñar despiertx.
Y para mí cuesta una bocha.

Hoy sueño que no hay pandemia que me ate y que la libertad es mojar mis piecitos en el primer charco desconocido que encuentro.
Mis amigas me cargan porque no sé bebotear.