Y con ésto cierro el pensamiento nocturno y me comprometo con la cama:
Perdonar no es humano, es divino. Por eso si podés, siempre perdoná. Pero no perdones de palabra, perdoná sincero... porque si alguien más grande y poderoso que vos pudo, ¿por qué no vas a poder vos?. Te lo dice una orgullosa que nunca va a dejar de serlo, pero no por eso voy a dejar que se interponga en mi condición como persona. VIVAN EL ORGULLO, VIVAN LOS EXTREMOS! Pero no olvides nunca que también, animarse a que sepan lo bueno que podés ser o realmente quién sos, puede llenarte el corazón y cambiarte aunque sea por un ratito, la vida. Intentalo, y después me contás... CHAU, matemática y camita, allá voy!
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