Siempre dude, pero de verdad llegue a creer que me querías. Llegue a sentirlo. Y te juro que no puedo entenderlo todavía hoy, dos meses despues.
La puta madre, la re puta madre. Me odio. No puedo extrañarte tanto, no puedo creer ser tan pelotuda, no puedo creer que esto me siga pasando.
No puedo creer que no me extrañes ni un poquito, que no te mueras de ganas al menos una vez cada tantísimo de mandarme un mensaje o querer darme un abrazo.
A esta altura no se qué mierda extraño, pero no puedo parar de llorar cada vez que te pienso, cada vez que veo algo.
Nunca pensé que me ibas a doler así, nunca.
Y al final soy como Manuela, siempre ahí al bordecito de entrar pero nunca paso una p.a.s.o, nunca es suficiente.
Ser instinto y libertad
jueves, 15 de agosto de 2019
Siempre 5 para el peso
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario