Hace mucho no tengo tiempo de sentarme y flayar. Todas las noches (por más rota que esté) sigo dando vueltas sobre lo mismo. Sobre lo mismo y vueltas. Dos cosas simples. Dos cosas que no paro de hacer.
Mientras tanto también pienso que soy como el pato Criollo, un paso, una cagada. A veces pienso que estoy predestinada a cagarla.
Es que sí, no importa quien, cómo, cuándo, dónde, por qué... yo siempre la cago.
(Ayer le saqué la chapita a la birra, y me salió la J).
No hay comentarios:
Publicar un comentario