Ser instinto y libertad

domingo, 29 de noviembre de 2020

te alejás más y más

 Anoche no me podía dormir y de pronto me encontré llorando.

Lloraba en silencio, despacito, como si fuera que si nadie nota las lágrimas, no existen. Me gusta pensar que eso puede pasar. 

Pero no pasó, porque él se dio algo de cuenta. Me preguntó "¿Estás bien amor?" 

- "Si, claro. Tengo la nariz tapada nomás y me cuesta respirar por eso"

- "Creo que no tengo gotitas... pero ¿querés que me levante y busque? seguro algo encuentro" (o algo así).

- "No, tranqui, gracias. Ya se me pasa". NO TUS GOTAS NO ME VAN A HACER NADA PORQUE NO TENÉS GOTAS MÁGICAS PARA QUE LAS COSAS SEAN DIFERENTES. 

Algo así deben pensar los guionistas cuando arman series o novelas. 

La diferencia acá es que nadie puede leer mis pensamientos, como si fuera un personaje de ficción. Y qué bueno que así sea, porque me daría mucha vergüenza que alguien estuviera viéndome llorar.

Me gustaría tener un buen cierre para esta entrada, pero no lo tengo. Y se suma a la lista de cosas que ansío y nunca alcanzo.

"Ya no hay buenos días Bart, solo días"



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