Te quiero preguntar:
¿Dónde estás?
¿Por qué no tenes ganas de venir corriendo a buscarme?
¿Cómo haces para no extrañarme?
¿Por qué no estás ahora mismo abrazándome?
¿Por qué no me decís nada lindo? O mejor... ¿Por qué no sentís nada lindo por mi?
Pero...
¿Por qué querés estar conmigo si no sentís nada lindo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario