Ser instinto y libertad

jueves, 12 de febrero de 2015

Oficialmente de fsoc

Durante mucho tiempo creí (y estuve muy convencida de ello) que el peor de los sentimientos, el que me gustaría hacer desaparecer, era la tristeza. Hoy, creo que hay algo mucho peor, y sin duda es la decepción.
No es tristeza. No es dolor. No es angustia. Es todo junto, y de golpe.
Dicen que el problema de la "decepción" no es un problema del otro, sino es un problema nuestro materializado en esperar lo que haríamos nosotros en tal situación. Y no me quedan dudas que así sea.
Cuesta entender que no somos iguales, o mejor dicho, que no reaccionamos igual ante determinada situación. Pero yo tengo una objeción para ese relato coheliano: yo sé que a pesar de no ser igual a mí, yo sé EXACTAMENTE como reaccionarían dos, tres o capaz cuatro de esas personas que amo (y me animo a decir que amo).
No me vengan a hablar de decepción. No me justifiquen una falsa. Si hay amor, si es reciproco, si es sincero. No hay decepción.

Gracias a los de siempre (o tal vez a los de ahora) por ser para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario