Que éste momento sea
eterno
Lo
que necesito tus chistecitos, y tus risitas, es increíble. Parece mentira que uno pueda llegar a
encariñarse tanto con una persona, con una personita tan pura y chiquita, tan
noble, tan simple. Gracias Agus, porque me enseñaste a reirme de mí y de todo,
sin importar; porque me enseñaste que no importa tener las palabras exactas,
sino la intención, porque me enseñaste que con un abrazo, se pueden salvar vidas.
Te extraño chango.
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