Dios. Me encantaría que me prestés atención, que
me entiendas y que despúes me expliqués que carajo me pasa, porque te juro que
yo no logro entenderme. Te quiero, te detesto, me chupás un huevo y te necesito
un poco. ¿Otra vez pelotuda? Sí, tres hurras para mí y mis enrrosques, han
vuelto!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario