Ser instinto y libertad

lunes, 2 de abril de 2012

Tanto de todo

Todas las noches que me mato, resucito con el desayuno. Solo me calmo si salgo a la selva y me pierdo por un rato sin rumbo. Ya no le busco la vuelta, ya sé bien a que huele lo que me duele y lo que me gusta; lo que me suelta, lo que me tienta y lo que me asusta.
Lo que sí nunca entenderé es por qué si en mi patria hay tanto de todo, unos pocos se llevan tanto y para tantos dejan tan poco. No dejan ni un poco.

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