Ser instinto y libertad

miércoles, 29 de febrero de 2012

Que no sé nada de él, pero muero si no está...

Pienso y siento... es verdad. Pienso y siento y me acuerdo. Me acuerdo como empezó todo y también como terminó.  Y si hoy recuerdo todo esto es porque creo que es necesario saber que puedo pensar en vos y que no me lastimes, porque ya no sos nada, y eso me agrada pero también me da tristeza. Una vez más, me quedo sola.
La noche que apareciste es una incógnita en mi vida. No puedo creer como estando tan loca y borracha puedo acordarme así de todo lo que paso. Pero en el momento en el que me pediste el caramelo feo ese que estaba comiendo supe que ya no eras ese que miraba con ojos inalcanzables, ahora te tenía cerca y no podía creer que vos me estuvieras dando bola... o estaba del orto o me estabas dando bola. Y si, estaba del orto... pero estabas dando bola.
Y después no hay más que decir, la luna fue la única fiel que nos acompañó en estos casi tres años. Y pensar en eso me transporta a las noches en las que jugábamos como nenes, que entre pelea y pelea me cedías la victoria en alguna que otra batalla pero nunca me dejabas ganar la guerra, cuando nos tapaba la arena y nos desesperábamos a proteger al que teníamos al lado (nos teníamos el uno al otro) que estaba ahí por abandonar de la caída. Después las madrugadas en las que madurábamos de golpe y dejábamos atrás esa absurda niñez, para dejar salir afuera eso que nuestros cuerpos nos iban pidiendo. Y tan rápido nos despertaba la mañana, en la que de la mano con las caricias y esas quietas palabras que nos hacían sentir queridos otra vez llegaban las responsabilidades y las presiones, que separaban nuestras almas así como a nuestros cuerpos, dejando un abismo en donde no cabía ni un centímetro de aire. Y así la vida seguía sin mucho sentido mientras desde la puerta todavía sentía tu beso de despedida y esa esperanza de volverte a tener que se desvanecía mientras te miraba caminar hasta perderte doblando la esquina.
Después de todo, hoy te digo adiós. Adiós una vez más y ya perdí la cuenta... pero tal vez ésta vez acepte que estoy faltando al idioma. Yo no entiendo, si esto no terminó no se termina más, pasaron tantas cosas y te sigo eligiendo, pasaron tantas cosas y seguimos así y llegamos hasta acá. Sos la última persona en el mundo en la que me fijaría y sin embargo no puedo despegarme de vos... y si nos bancamos éstas creo que estamos predestinados a bancarnos toda la vida. Ojalá desaparezcas ya y te olvidés de mi para siempre, pero me duele saber que eso no va a pasar porque inconscientemente o no, estamos esperando ese tan orgulloso y estúpido 'Acá estoy, no me extrañés más'.

No hay comentarios:

Publicar un comentario