Hace algunos días que me ato las manos para no escribirte. No sé si me duele más no saber de vos o que vos ya no quieras siquiera saber de mí.
Hace un mes (o algo así porque nunca tuvimos fechas, está no iba a ser la excepción) y para mi son años.
Hace un mes y te sigo llorando.
Te sigo leyendo. Saludos.
ResponderEliminar