Ser instinto y libertad

lunes, 7 de julio de 2014

Dudas

"Un candombe en la cabeza que no es para bailar". Una vez más de acuerdo con el sabio y viejo Pity. Se me entrecruzan un millon de cosas. Como siempre, imposibilidad de elegir. (y acá no tengo a ese que dice: "bueno dejá elijo yo"). Jugatela anto, dale. Una vez en tu vida. Volvé a ser vos. ¿Qué mas puede salir mal? (peor de lo que ya está todo). Cada vez que pensamos que la vida es una mierda en realidad hay más mierda esperándonos y no nos sabemos dar cuenta. Estamos inmersos en la mierda. Es así. ¿Qué importancia tendría sino ser feliz? Es muy egoísta a veces querer adueñarnos de esas pequeñas cosas/personas/lugares que nos dan un poquito de felicidad. A veces es difícil reconocer que en realidad no es todo, sino de un solo lado del que la felicidad proviene, y ese es Dios.
Cada vez que tengo esos pensamientos del orto me acuerdo que tengo la capacidad de amar. ¿Qué puede contra mí entonces?.
Alguien me amó primero.
Ahora tengo que amar yo.
Y no dejar de amar (cuesta corazón). Pero amar.
(gracias por pudrirme el cerebro y enseñarme a ser un poquito como vos. Sos grande)

martes, 1 de julio de 2014

holi

No me pregunten quién soy porque no sé. Creo que la persona que todos conocían (y que yo conocía) se esfumó. Se fue escurriendo con el dolor que interpeló sus huesos, que invadió su sangre. 
Hola, ¿se acuerdan de mí? La mayoría no. Se olvidan como todo. Me olvidan como todo. Solo queda un buen recuerdo de lo que una vez supe ser. Una sonrisa. Una historia divertida. Ya no importa que soy hoy. Porque ya no importo. Porque yo también pasé. Como todo pasa. Y así es. De eso se trata: Trascender.
Al fin y al cabo uno hace todo por ello: trascender. No ser olvidado. No importa por qué, pero nunca morir en el recuerdo. 
Hace algún tiempo Dios me mandó algo así como un ángel materializado en un hombrecito de un metro ochentaytantos y una sonrisa poderosa. Una persona con el don de transformar una cabeza podrida, "un caso perdido". 
El caso en realidad no fue encontrado. Pero al menos él lo intenta.
Algún día voy a poder dejar de agradecer y devolver todo lo que ese ser enorme hizo y hace por mí.
(mientras tanto voy a seguir perdiéndome. El diablo no pierde las mañas).