Riesgo, amor y fantasía: las claves para mí

Hace mucho no tengo tiempo de sentarme y flayar. Todas las noches (por más rota que esté) sigo dando vueltas sobre lo mismo. Sobre lo mismo y vueltas. Dos cosas simples.  Dos cosas que no paro de hacer.
Mientras tanto también pienso que soy como el pato Criollo, un paso, una cagada. A veces pienso que estoy predestinada a cagarla.
Es que sí, no importa quien, cómo, cuándo, dónde, por qué... yo siempre la cago.
(Ayer le saqué la chapita a la birra, y me salió la J).

ABRIME LA CELDA QUE ME QUIERO IR!

Me invade la tristeza. Pero una tristeza profunda. Una de esas que no se puede explicar, o que quizás en tan obvia que no es necesario. A veces pienso que yo sola me doy cuenta de ciertas cosas. (Mi idealismo me fanatiza y no puedo evitar ponerle pasión a todo lo que hago).
Siento muy a menudo que en realidad no me conocen. No sé si es que no me dejo conocer, o es una falta de atención constante. No digo que no me quieran, pero a veces pienso que mis grandes problemas radican en la falta de afecto. Necesito amor todo el tiempo. Necesito sentirme querida. Necesito sentirme no solamente útil. Necesito saber que necesitan mi presencia porque los hago felices, no porque les hago un favor.
Cuando indago así hasta adentro mio creo que empiezo a entender por qué soy tan fría, por qué necesito atención todo el tiempo, por qué siempre quiero ser mejor, por qué siempre tan dura, tan valiente, tan fuerte, tan mentira.
Creo que con el tiempo uno se va volviendo lo que proyectan sus experiencias. A veces uno no es fuerte por que quiere, sino por la vida lo obliga, lo condena.
En mi cabeza pasan un montón de ideas que no encuentran lugar, hasta que finalmente se achican y se esconden detrás de otras un poco más convincentes, o simplemente se convierten en un reflejo, o en una sombra.
Y ese es el resultado. Una vida atormentada por lo que quiso ser pero no pudo. Una vida idealizada, un personalidad que no es. Una imagen superficial. Un juicio de valor absurdo.
Muchas veces pienso que me gustaría que gente como mi mamá leyera éste blog, aunque confieso que me gustaría que fuera una vez que esté muerta, no soportaría el ahogo que vendría después si todavía viviese.
(En un punto presiento que me voy a morir jóven. No soy suicida ni mucho menos. No sé, no me imagino envejeciendo. No)

Come back to skull, darlinG

Hace mucho no me siento a estudiar. Ni siquiera a leer con concentración. Hace mucho que no sé que es ir al colegio. Presiento que mañana la voy a pasar un poquito mal. Ya fue, para mí a ésta altura es un chiste que me tomen un parcialito. Me preocupa la liviandad con la que me estoy tomando el tema (todos los temas). Supongo que estoy creciendo, cambiando. Supongo que es cíclico.
Yo solo espero estar aprendiendo a vivir.

Dale

¡Vamos mi cariño que todo está bien!

Ayer dejé una vida por sentir tu voz

La ruleta gira y gira

¿Hacía tiempo que no te maquinabas así la cabeza?
¿Te pasó no poder parar de pensar en un hecho, en un evento, una sorpresa? ¿y en alguien? ¿Te pasó no poder dejar de pensar en una persona? ¿Te pasó leer que está "escribiendo" y que se te ponga la piel de gallina? ¿Te sentiste así de minita alguna vez?
¿No pudiste parar de preguntarte cosas? ¿No pudiste dejar de decir palabras sin sentido? ¿No pudiste parar de autobuscarte excusas para no aceptar lo que te pasa? ¿Te pasó no saber lo que te pasa?
¿Te pasó no entenderte?
¿Te pasó?
Me sobrepasó.

[Le hizo un par de promesas imprudentes 
y así fue que de ellas se aburrió. 
Las minitas aman los payasos…
y la pasta de campeón.]

Basta de cabezas quemadas, ¡por favor!

Hubo un tiempo que fue hermoso

La paz la miro desde un mirador. Poco a poco la cabeza se empecina en limpiar hasta el más mínimo vestigio (por más insípido que sea) de cualquier sentimiento que pueda atentar contra su necesidad de generar la actividad cerebral.
A veces pienso que mi cabeza estaría algo así como en una democracia formal, declarada clandestinamente en paz armada. A veces no es necesario un resultado para entender o decidir quien jugó mejor un partido, no es más que un mero dato, una información sin vida, despojada de valor, inerte, absurda, desabrida, polémica. 
A veces es necesario respirar. Sentir. Respirar. Vivir. Reir. Volver a respirar. A veces pensar es secundario. 
Hoy pensar es un trimestre archivado, una foto guardada en un cajón, un tapado de invierno. Hoy va a hacer que mañana me arrepienta. Hoy va a dejar que mañana conozca lo que mi filtro decantó, lo que fui, lo que soy, lo que quiero ser. Hoy no existe más, porque hoy es eterno. 

Aquí estoy, otra vez♪

¿Vieron que cuando no hay, buscás? 

No tengo más que decir, soy tan simple que puedo definirme con esa trilladísima frase. 

Diez de Septiembre de 2013

Hoy me levanté de un humor increíble. Dormí apenas cuatro horas, me desperté en el medio...
Llegué a Loreto con una sonrisa pocas veces antes vista. Le sonreí a la gente en la calle, saludé con un beso a cada persona que me crucé en el camino de la puerta hasta ese rinconcito en el que últimamente, sé que me van a estar esperando.
Ahora me entra el solcito por la ventana. No tengo un patio como quisiera para tirarme en el pasto y tomar unos tererés. Tengo una canción sonando de fondo. Un celular moribundo. Tengo mucho hambre también. Tengo muchas cosas que hacer. Miro el sol otra vez, y dejo el teclado ahí, inerte, sin vida otra vez. Me cuelgo. (No, no estoy drogada).
No estoy leyendo lo que escribo, ¿escribo? A veces píenso que juntar un montón de palabras sin siquiera pensarlas mucho no es escribir. Un conjunto de letras que no dan origen a nada. Me comunico. Con que poco me comunico. Con que poco me entienden. ¿Me entienden? No creo
Me preocupa que mi vieja le quiera poner aceite a mi ensalada. No entiendo por qué no me deja hacer mis propias cosas a mis, si, creanlo, YA DIEZ Y OCHO AÑOS (tenía algo así como cuatro años menos cuando empezaba a encontrar mi lugar por acá, ¿se acuerdan?)
A veces me pregunto como es que pasa el tiempo. ¿Qué es el tiempo?. Quiero tocar el tiempo, le quiero hacer cosquillas, lo quiero hacer sufrir. Quiero hacerlo sentir un poquito humano. ¿Con que derecho va y viene sin preguntar?
Mi obsesión por la justicia a veces creo que es un poco frenética. Me cuesta entender. Me cuesta aceptar órdenes. Me oprime no darlas.
La alegría que siento no sé como expresarla, me invade y se escapa por mis dedos, por mi voz, por lo que pienso. No sé como reproducir todo el bien que recibí, tampoco en qué momento lo fui recibiendo.
Que linda la vida, que linda. Que lindo caminar, respirar, sentir.
Que lindo todavía tener una cabeza volátil, un corazón disponible, unos brazos abiertos...

Llaman progreso a su más obvia destrucción...

¡destruyendo bosques con cemento!

Volveré siempre a verte por amor y porque así lo siento

Faaaaaaaa, hace una vida que no me siento y te doy la bola que te merecés. Y tengo para años si unimos todas las palabras que perdí en éste tiempo...
No me pregunten por qué, pero soy feliz.