Ser instinto y libertad

jueves, 7 de marzo de 2013

Lamentablemente hoy entiendo que el tiempo no es una mentira que han inventado los viejos, que existe, y que no para.




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6, Marzo, 2013.


ÚLTIMO

PRIMER DÍA

domingo, 3 de marzo de 2013

¿Qué es dolor, qué es perder y qué es amar?

Noche bajonera. Bastante masoca la verdad que sí. Es raro, no sé por donde empezar. Tenía ganas de escribir para no irme con todo el bajón a la cama. Me puse a pensar banda de cosas. Siento que la vida es muy enrroscada con muchas cuestiones. Cuando más forra sos, más posibilidades de ser feliz tenés. Que se yo, yo hoy estoy orgullosa de mí. Siento que logré lo que busqué mucho tiempo, soy buena persona, me adapto, cedo, tengo buenas ideas, creo que sé como lidiar con las personas y como sostenerlas... y si vamos un poquito más profundo creo que sé hasta como sostener una familia (claro que no económicamente!)... y yo espero... espero... pero nunca llega. No sé, siento que las oportunidades no llegan, las cosas buenas no llegan. Ojo, no soy una emo de mierda ni nada de eso, al contrario, soy feliz porque como siempre lo digo, ser feliz es una decisión (hoy es mi decisión); pero bua, me entienden... eso que espero no aparece. Tampoco sé bien que es lo que espero, pero algo, algo que me alegre de golpe, que me haga feliz, que me saque del entorno, no sé, algo que me haga sentir una adolescente otra vez, vida social, chicos, amigas, fiesta, popularidad, que se yo de que verga estoy hablando, algo. Pero no.
En contraste, la vida de vueltas. Me voy para atrás con un click, y sin darme cuenta un solo click me revuelve la cabeza (malditos historiales de conversación de msn!). Que se yo, me dí cuenta que era re pelotuda, pero no pelotuda por la edad, esas no me dieron bronca, las entendí porque bua, era chica, estaba  enganchada, el amor a flor de piel, digamos que lo entiendo porque es normal y porque hasta el día de hoy hay unos pares de esas personas que siguen rondando por mi cabeza. Pero me fui para otro lado, empecé a leer conversaciones con otra gente, no con los mismos de siempre... es feo darse cuenta que perdiste la oportunidad de tu vida capaz; pero creo que es más feo saber que lastimaste a personas que nunca lo merecieron, saber que mentiste, que hiciste lo que hoy criticás. La verdad es que me arrepiento mucho de haber boludeado a personas super buenas que no lo merecían (ni por como se portaron conmigo ni por la calidad de personas que siguen siendo). Ya sé, ya pasó, ya no lo puedo cambiar, no puedo más que un perdón. Por suerte hay etapas que hoy veo cerradas, porque a lo largo de este tiempo tuvieron su lugar, su perdón, su charla, y su final. Pero me di cuenta que hay un par inconclusas y que me muero de ganas por terminar, pero no quiero abrir las heridas, y tampoco sé como empezar, ni como mandarme (o tal vez si sé, pero no me animo). Y aunque la consciencia la tenga tranquila porque supe pedir perdón cuando fue necesario (aunque el tiempo haya pasado), sé que el daño no se va; y que con una palabra no arreglás meses de dolor, años de dolor, ni siquiera segundos de dolor.
Cuando les digan que los quieren, antes de responder un "yo también", piensen que si no es sincero, pueden estar rompiendo un corazón (y les aseguro que no está nada bueno).
Gracias.



SERÁ POR ESO QUE EL ROCK ME ALIMENTA!

viernes, 1 de marzo de 2013


…Escupe una sonrisa de ojos negros

y sueña que esta noche una alma buena

la arranque del bar





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[La Cruz de Matará, testimonio de evangelización de nuestra tierra.]

Corría el año 1594, cuando un grupo de misioneros jesuitas llegó al actual territorio de Santiago del Estero, a orillas del Río Salado, donde vivía una tribu de indígenas llamados Matará. 
Lo primero fue ganar su confianza para poder conquistar sus corazones. Luego hubo que aprender su lenguaje para poder comunicarse con ellos y hablarles de Jesucristo. Pero ¿cómo podían hacer para que estas personas pudieran recordar el Mensaje, si no sabían leer ni escribir?
Les dijeron que les venían a hablar de Aquel que es el principio y el fin de todo, el alfa y el omega. Les venían a hablar de Dios, el que había creado todo. El creó el sol y la luna y puso las estrellas en el cielo.
Les contaron cómo los hombres se habían alejado de Dios, y cómo éste había enviado a su hijo único, Jesucristo, para salvarlos. Les contaron cómo Jesucristo había pasado por el mundo haciendo el bien, obrando prodigios y milagros.
También les hablaron de la Última Cena, y de cómo Jesús nos había dejado el gran regalo de su Cuerpo y Sangre hechos pan y vino en la Eucaristía, antes de ser hecho prisionero. Les hablaron de Pedro, y de cómo lo había negado tres veces antes de que cantara el gallo.
Les contaron cómo Jesucristo fue conducido ante Pilatos quien lo mandó a azotar, y cómo los soldados lo despojaron de sus vestiduras y se sortearon (dados) su manto.
También les contaron que fue condenado a morir en la cruz, y cómo con martillo y clavos, fueron clavados sus manos y pies en ella. Les hablaron también de su Madre, la Virgen María que lo había acompañado fiel hasta el final en todos sus sufrimientos, hasta que no resistiendo más su maltratado cuerpo, entregó su alma y murió.
Les contaron cómo poco después, un soldado le atravesó el costado con una lanza para comprobar si efectivamente había muerto y cómo bajaron (escalera) su cuerpo de la cruz para sepultarlo.
También les hablaron de cómo tres días después, cuando Jesucristo resucitó glorioso de entre los muertos para librar a la humanidad de las llamas del infierno que se había ganado al alejarse de Dios, y cómo podían ellos, los Matará, hacer suya esa salvación...


[La Cruz de Matará, testimonio de evangelización de nuestra tierra.]